Descripción: El maravilloso palacio Randagad fue construido en la época de Danaan, el Gran Rey de los Okis. Era inexpugnable. Cientos y cientos de salones y galerías se encontraban en los subsuelos, y por encima, conectados por galerías interminables. Sus torres altísimas vigilaban día y noche los alrededores y nada ni nadie escapaba a su ojo avizor. Fue construido prácticamente dentro de las montañas y sus muros sólidos lo separaban de profundos abismos que finalizaban en encrespadas barrancas. Más allá se encontraba el Mar del Sur. Estaba completamente revestido por mármoles blancos que irradiaban luces multicolores al contacto con el sol, y los que lo contemplaron contaron historias maravillosas sobre la magnificencia de este castillo, que atrajo la mirada de los codiciosos, malvados y despóticos servidores de Ahriman, el Señor de la Sombra. El río Corraniaid, el único que era capaz de oír todas las voces de los okis, aún la que traía el viento de tierras ignotas...corría frente al palacio; un sólido puente de piedra lo atravesaba y, conectaba el castillo con las peligrosas tierras de los bosques. Ese mismo puente, fue atravesado por el rey Okizar cuando fue en busca de su fatídico destino.